jueves, 1 de julio de 2010

INDONESIA. Isla de Sumatra: Medan, Bukit Lawang.


No se bien que me hizo partir Indonesia por Sumatra. Debe ser el hecho que me gusta armar rutas lógicas y no volver por caminos que ya hice. En fin, no se si fue la decisión correcta ya que Indonesia es un país gigantesco y solamente Sumatra es la sexta isla mas grande del mundo! pero sin lugar a dudas tuve experiencias muy bonitas.
Al llegar a Medan me di cuenta que no tiene NADA (mas adelante estaría con unos Españoles que la bautizaron como “me-dan por el culo”)
Para peor me quede en un hostal que estaba al lado de la mayor mezquita del lugar, eso quiere decir que el Imán webea a toda la ciudad 5 veces al día pa llamar a todos los musulmanes del lugar a rezar (da lo mismo si no eres musulmán, Indonesia es el país con mayor población musulmana del mundo entonces les da lo mismo las demás religiones) todo esto por medio de sendos altoparlantes instalados en el techo de la mezquita.
El primer rezo es a las 5am, linda despertada.
AL final decidí quedarme solo un día e irme al día siguiente a Bukit Lawang luego de una larga deliberación de si ir o no a Banda Ace, playa del norte de Sumatra que al parecer es increíble y con un buceo fuera de serie. Pero decidí que no ya que quedaba demasiado lejos (una noche en bus desde Medan, pero sucede que de ahí no había nada interesante por lo cual debía volver a Medan y de ahí partí a Bukit Lawang…..si fuera el inicio del viaje lo hago, en este momento ya ando medio cansado entonces no tengo mas energía pa ese tipo de cosas)
Por lo cual a Bukit Lawang los pasajes.
Este pueblo (por que no es más que eso) es uno de los pocos lugares en el mundo en donde uno puede ver Orangutanes en estado salvaje.
En el bus para allá conocí a Evelyn de Holanda con la cual estuvimos juntos hasta Lake Toba.
EL camino no estuve exento de complicaciones, al quedar un poco menos de un cuarto de camino de repente el bus sufre un reventón de neumático con el cual casi nos fuimos a una canaleta a la orilla de camino pero el conductor logró controlarlo, pero de no haber sido así otra sería la historia.
Mientras esperábamos que lo arregláramos conocimos a “Papa Denmark”. Este personaje es, como lo llame en su momento, un “mochilero profesional”. Se había recorrido buena parte del mundo incluso ya siendo mas viejo y al final decidió, ya estando retirado, que quería vivir el resto de su vida en Bukit Lawang. Dejó su natal Dinamarca sin fecha de regreso y se construyó una casa en Bukit Lawang.
Al llegar vimos que era un pueblo muy bonito construido a lo largo de un río y cerrado por cerros en ambos costados, por lo cual era un pueblo pequeño al principio y de ahí solo continuaba a la orilla del río un paso peatonal con los hostales, tiendas y restaurantes.
Me recordó mucho al sur de Chile, neblina, ríos, mucho verde y silencio total, solo el ruido del río y la lluvia fija que caía cada tarde que en vez de molestar, le daba un toque mas de relajo al lugar, como si los relojes se apagaran y no hubieran presiones mas allá de de tener que comer y vestirse. EL día constaba solo de bañarse en el río, jugar cartas y conversar con los locales que eran muy amenos.
Decidimos con Evelyn hacer un “paseíto a la selva” iéndonos a alojar para allá una noche y así poder los Orangutanes. Contratamos los servicios que daba una inglesa que estaba radicada allá ya que se casó con un indonesio que conoció haciendo una investigación con un grupo Británico sobre el comportamiento de los orangutanes. Ese fue el motivo por el cual optamos por ellos, no era solo turismo y hacer plata por hacerla sin respetar las normas mínimas de convivencia con la naturaleza (lo que sucede MUCHO en Asia lamentablemente)


La experiencia fue increíble. AL final el grupo constó solo de mi y Evelyn mas el guía (marido de Adrian, la Británica) y el cocinero (que mas que cocinero era un verdadero chef!)
En Bukit Lawang está un centro de cuidado de Orangutanes en el cual le dan de comer a algunos que no están capacitados para buscar su comida ya que no nacieron en estado salvaje o perdieron esa cualidad. Entonces partimos con una visita a ese lugar viendo como les daban comida y ahí fue nuestro primero encuentro con Orangutanes, la impresión fue enorme al ver su similitud con los humanos en sus actitudes, expresiones y movimientos.
Luego empezamos a caminar selva adentro. El guía al vernos que estábamos en buen estado físico decidió salir de la ruta tradicional y hacer un, literal, “off road”.
Nunca pensé que podía hacer las cosas que hice en esos dos días, íbamos colgando de las ramas, subiendo y bajando cerros caminando en 4 patas agarrandonos de raíces y ramas, cayéndonos constantemente al piso, resbalando cerro abajo varios metros, luchando contra sanguijuelas que se agarraba a la piel y cosas por el estilo.
En su momento queríamos matar al genio de nuestro guía, pero al rato nos dimos cuenta lo increíble de lo que estábamos haciendo, eran realmente andar por lugares completamente vírgenes.
En un momento nos topamos con la primera gran sorpresa de nuestra visita a la jungla, arriba de un árbol vemos a una Orangután con su cría. Nunca en mi vida pensé que viviría algo así, solo lo había visto en fotos y televisión, verlo en persona fue algo realmente emocionante. Estuvimos ahí largo rato viendo como su comportamiento de madre (y el de la cría que no paraba de webiarla) era igual al de una madre humana.
Al rato de estar ahí, sacar foto y simplemente contemplarla vimos a nuestra espaldas un macho de 90 kilos (según el guía) arriba de un árbol como a 50 metros nuestro.
Verlo moviéndose a través de la copa de los árboles era impresionante. Una tremenda mole roja, moviéndose con la misma destreza como uno camina, de rama en rama. Hacía que los árboles se curvaran completamente como con el peor de los vientos que pudieran existir en esa zona.
En un momento el guía dice: “mejor nos movemos un poco”, caminamos 20 metros y todo ok. A los 3 minutos repite lo mismo. Luego al minuto nos grita: “CORRAN!!!!”
El macho iba directo a nosotros, se supone que no con una intención agresiva (pero igual nos decía que no estaba del todo seguro ya que debe haber sido su cría el orangután chico) y que quería comida y no son lo mas amistoso cuando sucede eso.
Luego de aquella tremenda impresión seguimos caminando. Parábamos cada cierto rato para comer todo tipo de frutas que nos traían, a las horas paramos a comer al lado de un riachuelo que corría por ahí, y luego seguir caminando.
El vivir adentro de la selva es algo sin comparación a nada que hubiera vivido antes. La mezcla entre barro, transpiración, humedad, bichos, ruidos de animales invisibles, ramas y todo un universo de cosas lo hizo fascinante.
Al final llegamos al río en donde nos alojaríamos y nos esperaba una carpa hecha de plásticos de papel de bolsa de basura que la mirarla uno piensa que no resistiría, cosas que no sucedió ya que soporto estoicamente y sin permitir que en la noche se metieran bichos.
Un baño merecido en el río, jugar cartas, comida y a la cama.
AL día siguiente la caminata continúa con las mismas impresiones del día anterior peor rematándolo con que nos esperaban en la parte final con una balsa de “rafting” hecha de neumáticos de camión para volver al hostal.
Digamos que no fue lo mas excitante el “rafting” pero si muy bonito ya que pudimos ver la selva desde otra perspectiva al ir bajando por el río.

2 comentarios:

  1. Hola!! ya sé que ha pasado tiempo de este recorrido pero, por casualidad, tenés el contacto de la pareja con que hiciste el recorrido en la selva? Vaijo en unos meses y me interesó mucho tu relato. Muchas gracias
    Te paso mi mail por si acaso tenes ese dato: maiagoros@gmail.com
    Maia

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    1. hola Maia acabo de leer el post y quería saber si conseguiste finalmente el contacto de la selva. gracias ;)))

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